Parecía un cuerpo dormido, ese cuerpo se dejaba acariciar una y otra vez por la fina marea, que sin cansarse, volvía una otra vez a la playa acariciando su fina arena casi blanca, como la pálida piel de un se inmortal.
Paseaba y traía a mi memoria un cuerpo relajado, cerca de los océanos del tiempo, que al igual que yo y casi en silencio repetía su nombre, para después pasar a palabras que años atrás ya se había llevado la marea de otras aguas, en un ir y volver sugestivo.
Me quede durante un tiempo mirando el agua, exhausta, en esos momentos casi de negra madrugada, me imponía su fuerza, y me arrastraba a los brazos de un amante solicito, y un amor desmesurado, que yo no deseaba.
Sentía tu voz en la noche pidiéndome amor, y como un niño sonreías esperando una golosina merecida, esperabas mis palabras y mis suspiros que no llegaron, me sentía prisionera de una situación que no merecía, y el mar en un acto de rebeldía se alejaba de mí al igual que la noche.
Quede sola en la madrugad del alma, volví a enfadarme conmigo, quise recuperar mi juventud y mis ganas de amarte, pero todo queda revoloteando al lado de las gaviotas, y el sentimiento se durmió a mi lado, sabiendo que nunca mas seria despertado por la pasión, ni en la noche de todos los tiempos.
Paseaba y traía a mi memoria un cuerpo relajado, cerca de los océanos del tiempo, que al igual que yo y casi en silencio repetía su nombre, para después pasar a palabras que años atrás ya se había llevado la marea de otras aguas, en un ir y volver sugestivo.
Me quede durante un tiempo mirando el agua, exhausta, en esos momentos casi de negra madrugada, me imponía su fuerza, y me arrastraba a los brazos de un amante solicito, y un amor desmesurado, que yo no deseaba.
Sentía tu voz en la noche pidiéndome amor, y como un niño sonreías esperando una golosina merecida, esperabas mis palabras y mis suspiros que no llegaron, me sentía prisionera de una situación que no merecía, y el mar en un acto de rebeldía se alejaba de mí al igual que la noche.
Quede sola en la madrugad del alma, volví a enfadarme conmigo, quise recuperar mi juventud y mis ganas de amarte, pero todo queda revoloteando al lado de las gaviotas, y el sentimiento se durmió a mi lado, sabiendo que nunca mas seria despertado por la pasión, ni en la noche de todos los tiempos.
El mar puede compararse con el amor porque se imponente y avasallador pero también puede ser esa distancia que nos haga huir de nosotros mismos...bonita composición...saludos
ResponderEliminarHola Mario, muchas gracias por tu comentario, muy acertado por cierto. Un saludo.
ResponderEliminar¡Hola Lola!, acabo de volver de vacaciones. He comenzado a visitar los blogs de mis amigos, a los que, por cierto, he echado d menos.
ResponderEliminarVeo que tú sigues en tu línes como debe ser.¡Muy bonito!.
Un abrazo fuerte, amiga.
SIEMPRE UNA MARAVILLA LEER SUS SENTIMIENTOS.
ResponderEliminarUN ABRAZO
Este año mis vacaciones han sido de interior, no he pisado la playa y estoy teniendo "mono" de ella viendo tu foto, será cuestión de desplazarse unos 60 Km.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Lola!!!! como ando por el Pirineo... estoy un poco despistada... no hago nada... en fin, que me disculpo por mis ausencias bloggeras!!! Besos
ResponderEliminarHola Rosi, me alegra mucho que ya hayas regresado de tus vacaciones, espero que lo hayas pasado genial.
ResponderEliminarMuchas gracias por volver a visitarme. Un beso.
Hola amigo Reltih, siempre correcto y amable en tus opiniones con respecto a mis entradas. Muchas gracias siempre. Un abrazo.
ResponderEliminarHola Emilio, las vacaciones son eso, da igual donde las vivamos, el interior es tan bello como la playa, eso es lo importante. Disfrútalas, nos veremos pronto ya de vuelta. Gracias. Un abrazo.
ResponderEliminarHola Liova, no me extraña que te despistes, el otro día hable de ti a mi amiga que paso aquí unos días con su marido y sus hijos, ella volvió hace dos días a Jaca, y ella me dice que aquello es otro mundo, aunque ella, Murcia de nacimiento le encante esta cerca del mar, pero le gusta el frio de tu tierra. Pasalo bien. Un beso querida Julita.
ResponderEliminarbueno querida amiga... esos recuerdos y esos anhelos harán que tu alma vuelva a ser la que era...y el mar será siempre ese lugar donde soñar y tambien con el que pelear... un saludo.
ResponderEliminarHola antonioe, claro amigo que todo quedo en nosotros los que vivimos cosas hermosas, y otras menos, pero es bueno tener una senda vivida en el mapa del tiempo. Gracias por tu comentario. Un abrazo.
ResponderEliminarYa me quedan pocos días para ser "acariciada" por esa fina arena de la playa, su suave brisa y sus gratos rayos solares.Besotes
ResponderEliminarHola Charo, muchas gracias por venir a leer mi entrada, me siento muy bien cuando veo tus letras. Un beso.
ResponderEliminarCuando el amor que sentimos por alguien se va, nos abandona, no encontramos explicación y eso, por lo menos a mí, pero pienso que a todos los que leímos tu poema y lo sentimos, nos deja de verdad, como tú dices, exhaustos junto al agua del tiempo. Tu poema es hermoso y logrado en cuanto a las metáforas que empleas para referirte a esos momentos de tristeza y melancolía. Además me trae a la memoria, por asociación de sentires, el famoso Poema 20 de Pablo Neruda. Gracias por compartir con nosotros tan buena poesía. Un beso
ResponderEliminarHola Amílcar, el amor motor del mundo hace que seamos capaces de desnudarnos sin vergüenza delante de las almas que deambulan entre tanto amor olvidado, y sueños sin realizar. Muchas gracias por tu comentario. Un abrazo.
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