DUNA
Eres como un mar de dunas entre mis manos…
Dejando los sentimientos paseándose por el oasis del amor, junto al pozo de agua fresca que esperaba tu llegada, con las estrellas para arroparnos, con la luna escondida mientras nos amamos.
Siempre fuiste duna que se escapaba de mis manos, hasta que un día, de tan perdido como estabas no supiste regresar, pero no importa, el agua regresa, es otra agua, pero el agua es vida, y tú la mía, donde beberé eternamente.
Qué bello resulta leerte. El verdadero amor puede escaparse entre los dedos, pero jamás escapa del corazón.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ese agua del amor siempre vuelve...y es que en realidad el amor no nos abandona nunca, porque lo llevamos en la esencia del alma, Lola...Y cuando lo regalamos vuelve por partida doble...Mi gratitud por compartir tus sentimientos, siempre renovados y frescos en cada post.
ResponderEliminarMi abrazo inmenso y mi cariño, amiga manchega...Gracias por tus palabras
Feliz noche y mi ánimo siempre.
M.Jesús
Muy buena metafora
ResponderEliminarAbrazo
Por muy árido que se encuentre el terreno de los sentimientos, el corazón sabrá como encontrar el agua del amor.
ResponderEliminarFeliz día
Besos
MUY LINDO ESE CIERRE.
ResponderEliminarBESOS
Hola Jorge, muchas gracias por seguir visitándome, los amigos se hacen poco a poco, tú has sido autentico desde el primer día. Gracias. Un abrazo.
ResponderEliminarMª Jesús, eres genial, al leer tus comentarios te siento cercana, gracias por estar ahí, y comprender mis escritos con tanto cariño. Un abrazo.
ResponderEliminarLapislázuli, siempre encantada de verte por mis blogs. Un abrazo enorme.
ResponderEliminarHola José Manuel, el amor siempre es la esencia de la vida, pero no hay duda que hay que cuidarle. Un abrazo y gracias.
ResponderEliminarHola Reltih, gracias por volver a visitarme de seguido. Un abrazo.
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