Hechizos de un ayer, de una noche, de sueños de verano de
quinceañera, de nombres, de lo que el viento se llevo
fuera del daño colateral…
Y en el cuarto de las penas sembré mis primeros pensamientos
morados y amarillos, como esa flor que tanto me gusta, y por ellos empecé a pasearme, cuando el alma
quiso alejarse de ti y de mi vida.
Fue reconocer lo olvidado, y plasmar los días de colores,
recorrer las pasiones, y ser solamente sensaciones, que corretean en mi bufanda
de flecos, apretándome la garganta para que no broten sentimientos en forma de
cantares, y quejidos, que hacen aparecer lagrimas y suspiros en mi pecho.
Hoy que todo lo tengo, recuerdo lo que nunca tuve, y me hace
regresar mil veces a mis angustias, mis sonrisas, a mis sueños adolescentes,
y a mi futuro siempre soñado, ahora presente de mi vida.
Nada fue más importante que el ahora, pero todo formo parte
del libro que empecé a escribir cuando aun no era consciente de ello.
Estoy de acuerdo contigo Lola, el ahora es lo más importante.Besicos
ResponderEliminarUna prosa que me parece muy poética por las imágenes tan bellas de dejas con tus palabras.
ResponderEliminarSiempre es bonito recordar las cosas del ayer aunque siempre algo que duele, pero si el hoy para ti es perfecto, nada que reprocharle a la vida.
Me encantó.
Un beso y buen finde.
EVOCACIÓN, PRESENTE E INVOCACIÓN.
ResponderEliminarABRAZOS
Esos pensamientos morados y amarillos siempre estarán presentes en la memora...Pero, según pasa el tiempo van cambiando de color y los vamos acunando con cariño, amiga...La adolescencia fue muy importante y esa niña interior no olvida nunca sus primeros sentimientos.
ResponderEliminarMi abrazo grande y feliz domingo, Lola.
M.Jesús
La imagen de las flores maravillosas captan tus letras de la mejor manera.... un beso Lola.
ResponderEliminarPor supuesto que el ahora es lo más importante pero, somos lo que somos por nuestro ayer.
ResponderEliminarBesos Lola
Muchas gracias por vuestra visita. Un abrazo.
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