Nos hablábamos tanto que a veces pensaba que se nos acabarían las palabras y solo de abrazos y miradas se compondría nuestro menú diario, pero no sucedió así, y las palabras solamente se agotaron cuando dejaste de quererme.
Enmudeció el mundo, y se seco el río de las palabras, ya hasta se me olvidaron los acentos, y la forma de decirme palabras sencillas que lo envolvían todo, dejaron mi garganta seca al no poder contestarte.
Él, era mi señor, el que dormía en mis sueños y en mi lecho, el que se llevaba mi oscuridad y a la vez mi alba, queriendo hacer un nido insonoro y cálido con sus brazos, y hacia volar el sentimiento hasta lo mas profundo de mi ser.
precioso Lola. Muchos besitos.
ResponderEliminarPOR EL AMOR, SIEMPRE SE DA UN TODO. MUY LINDO TU TEXTO.
ResponderEliminarBESOS
Precioso escrito.
ResponderEliminarUn beso.
Cuanta tristeza hay en un desamor y es tan dificil olvidarlo......Besicos
ResponderEliminarHermoso resumen de vida, donde el amor dá sentido y trascendencia...Y sigue estando y siendo, porque el amor no muere,a veces se queda dormido...Y tú le vas dejando un beso para seguir mimándolo, alimentándolo y creándolo, amiga.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo inmenso por tu constante sentimiento, inspiración y buen hacer, Lola.
Feliz semana y mi ánimo siempre.
M.Jesús
En el amor nada queda en el olvido, es como si el mismo sueño se volviese a repetir una y otra vez.
ResponderEliminarBesos
Muchas gracias por vuestro comentario. Un abrazo.
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