HABLAMOS POCO...
Hablamos poco aunque tenemos muchas cosas que decirnos...
Se fueron guardando cosas que no se dijeron en su tiempo y que hicieron daño, pero todo lo que no se perdona queda haciendo heridas de ayer, en la enfermedad de hoy, y eso tiene fácil arreglo, hablarlo.
Pero eso a veces empeora la enfermedad de la mente, y el alma vaga sola por la inmensidad de una vida, que más de una vez, al hacerse estas preguntas está a punto de concluir.
Y es que si pensáramos bien, sabríamos como curar nuestras enfermedades de la garganta... Hablando, y las del pensamiento... Hablando, y las del corazón... Diciendo todo lo que nos hizo daño para volver a ser libres ¿ pero merece la pena?
Todo merece la pena en su tiempo, después... El no olvidar va dejando los sentimientos guardados en papel de estraza y hace daño, tanto que se empieza con pequeños roces y terminan con un amor que dura toda la vida pero que no se disfruta a tope.
Las enfermedades las producimos nosotros con nuestro comportamiento, nadie ni nada más que nosotros las padece, y más de una vez la medicina la tenemos en casa... El perdón.
Una entrada preciosa y con unos sabios consejos Lola, me ha gustado muchísimo.Besotes
ResponderEliminarHola Charo, gracias de nuevo por tu visita. Un beso.
ResponderEliminarSentimientos y palabras deben ir simpre de la mano, hacen más agradable la vida.
ResponderEliminarFeliz día
Besos
Los silencios a veces son buenos, pero en muchos casos, cuando esconden dudas, rencores o malos entendidos, pueden ser la peor de las mortajas para una relación.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo amiga.
Hay cosas que se pueden negociar, hay otras que aún queriendo es imposible, queda entonces la tolerancia un hilo tan frágil que es fácil que en cualquier momento se rompe. La última carta puede ser el perdón y olvido. A veces funciona.
ResponderEliminarAbrazos!!!
Es cierto, que a veces cuando amamos perdonamos muchas cosas; cada persona es un mundo.
ResponderEliminarPrecioso texto, demasiadas verdades que atesorar.
Un beso Lola.
Cariños
Muchas gracias por tu comentario siempre acertado y cálido. Un abrazo.
ResponderEliminarHola Jorge, si que a veces los silencios son mejores que las palabras que pueden hacer tanto daño, pero es bueno poder hablar sin censura, y si hace falta perdonar… ahí está la clave. Gracias por tu comentario. Un abrazo.
ResponderEliminarHola Aristis, tienes razón mejor ser tolerante y hablarlo todo con el perdón en el corazón. Gracias por tu comentario. Un abrazo.
ResponderEliminarHola amiga Luján, en el amor debe ser todo verdades, y cuando no lo son lo mejor es poder hablarlo para hacer que el corazón vuelva a confiar y la felicidad llegue. Un beso amiga, buen finde.
ResponderEliminarBueno, qué se puede decir, para perdonar hay que hablar primero, sobre todo entre la pareja, entre los protagonistas del amor y la comunicación. Se calla por miedo, por delicadeza, por prudencia, pero, cuando se oculta una herida, ésta crece y hace más daño. Muy bueno tu poema, Lola, como siempre. Besos
ResponderEliminarHola Amílcar, son tus comentarios los que me gustan leer dos veces, dicen muchas cosas, te considero un sabio de las emociones, y haces que cada letra se arrincone entra los sentimientos bonitos. Muchas gracias amigo. Un abrazo.
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